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La Sevilla árabe, un legado histórico

giralda de sevilla

La historia de la Sevilla árabe comienza en el siglo VIII, concretamente en el año 712, cuando las tropas musulmanas, bajo el mando de Musa ibn Nusayr, conquistaron la ciudad. A partir de ese momento, Sevilla pasó a llamarse Isbiliya y comenzó una etapa de transformación que la convertiría en uno de los centros más importantes de Al-Andalus. Hoy en Intursafe, expertos en turismo de Sevilla, nos adentramos en la historia de Sevilla en esta época.

Isbiliya en la época del Califato

En los primeros años del dominio musulmán, la capital del Califato se estableció en Córdoba, pero Isbiliya no tardó en destacar como una ciudad floreciente tanto en lo cultural como en lo económico. Durante este periodo se construyeron numerosas mezquitas, algunas de las cuales aún conservan sus alminares, que más tarde se adaptaron como campanarios de iglesias tras la Reconquista.

La Taifa de Sevilla: esplendor cultural bajo Al Mutamid

Con el colapso del Califato cordobés a inicios del siglo XI, surgieron los Reinos de Taifas. Entre ellos, Sevilla destacó como uno de los más influyentes. Durante el reinado de Al Mutamid, la ciudad vivió su época dorada y se convirtió en un vibrante centro cultural. Poetas, músicos y artistas encontraron en Isbiliya un lugar privilegiado para la creación, otorgándole una fama que trascendió fronteras.

La llegada de almorávides y almohades

El esplendor taifa no duró para siempre. Ante la amenaza expansionista del rey castellano Alfonso VI, los reinos musulmanes solicitaron ayuda a los almorávides, una poderosa dinastía del norte de África. Tras derrotar a los cristianos, los almorávides tomaron el control de Sevilla en 1091, desterrando a Al Mutamid. Sin embargo, su gobierno se caracterizó por su rigor religioso, generando descontento entre la población local.

Este clima de insatisfacción abrió las puertas a los almohades, quienes llegaron a la ciudad en 1146. Esta nueva dinastía también procedía del norte de África y convirtió Isbiliya en la capital administrativa de Al-Andalus.

La época almohade: la Sevilla monumental

Bajo el dominio almohade, Sevilla vivió un periodo de estabilidad y crecimiento, marcado por grandes proyectos arquitectónicos. De esta etapa nacen algunos de los monumentos más representativos de la ciudad, como la Giralda, la Torre del Oro y los Alcázares, que con el tiempo evolucionaron hasta convertirse en el Real Alcázar.

Durante este tiempo también se construyó la Mezquita Mayor, que más adelante serviría de base para la actual Catedral de Sevilla, y el Puente de Barcas, una estructura que conectaba la ciudad con el barrio de Triana y que fue clave para el comercio y la comunicación hasta la construcción del Puente de Isabel II, conocido como Puente de Triana.

La arquitectura almohade, con sus característicos arcos de herradura, azulejos decorativos y detalles elaborados, dejó una impronta imborrable en la ciudad que aún hoy puede admirarse en muchos rincones de Sevilla.

El declive de la Sevilla árabe

La derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 supuso el principio del fin para su dominio en Al-Andalus. Aunque Isbiliya resistió durante algunos años más, su caída era inminente. Finalmente, en 1248, la ciudad fue conquistada por las tropas cristianas de Fernando III, cerrando así un capítulo esencial en la historia de Sevilla.

El legado árabe en la Sevilla actual

La influencia de la etapa musulmana sigue muy presente en Sevilla. Sus monumentos, sus calles y parte de su cultura son testigos del esplendor que la ciudad vivió bajo el dominio islámico. Pasear por sus rincones es un viaje al pasado, donde aún resuena la grandeza de Isbiliya.

Si quieres descubrir esta historia y admirar los vestigios de la Sevilla árabe, desde Intursafe te recomendamos el tour virtual por Sevilla, en el que distintos personajes de la historia te irán contando como era la ciudad de Sevilla en su época. ¡No te lo pierdas!